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A la vida y otros poemas, de Antonietta Valentina Bustamante (Venezola residiendo en La Isla Bonita, La Palma, Canarias))

 

 

Hace algunos años tuve la oportunidad de conocer en persona a quien de alguna manera ya conocía a través de sus escritos y poemas. Fue en Granada, junto a la Alhambra, donde Antonieta Valentina y yo tuvimos la oportunidad de fraternalmente abrazarnos, mirarnos  a los ojos y compartir momentos emocionantes junto a su preciosa hija Valentina y mi esposa, Pilar, que aceptó de buengrado el recorrer conmigo casi 400 km. para saludar a alguien de la que solo sabía que me había enviado, semanas antes, unos libros de poemas –exquisitamente encuadernados, escritos por su madre , la notable poeta Maritza Tarre Murzi (Maracaibo – Zulia 1923 – Caracas 1989) autora de 7 libros de poemas recogidos en Cervantes Virtual, hermana del que fuera afamado biógrafo, ensayista, profesor y parlamentario Alfredo Tarre Murzi (Maracaibo – Zulia 1919-2002) -, pero que desde el primer momento se sintió reconfortada por la calidez de nuestra amiga Antonieta Valentina.

 

 

Está claro que la sangre de Antonieta Valentina está regada de savia literaria, tanto su madre, Maritza Tarre Murzi, como su tío, Alfredo Tarre Murzi, fueron valedores de un legado que ya forma parte de la literatura hispana y cuyo testigo fehaciente queda depositado en las manos de Antonieta Valentina que desde Caracas, como una postal entrañable, nos hace llegar su cercanía y bondad en un hermoso lenguaje pródigo en versos. Versos abiertos al amor y a la amistad, a la cordura y a la prudencia, y sobre todo versos capaces de crear momentos íntimos en los que todos podríamos sentirnos reflejados:

 

 

“Hoy, precisamente hoy
el poema nace de angustias
va soltándose en versos de hastío
y yo miro al espejo
mi rostro de piedra”

 

El diálogo interno es un discurso frecuente en Antonieta Valentina, sus versos recorren lugares comunes que invitan al recogimiento y a la prudencia y que no debieran, en mi opinión, ser contaminados con diagnóstico analítico respecto a si los poemas han sido escritos guardando pautas, normas o estructuras preestablecidas sino en la propia determinación de la voz, su claridad y precisión.

 

 

“Cómo me gusta mirar el mundo desde allá arriba

 

sin bombas ni tristezas, sin hambre ni agonías”.

 

 

 

Adentrarse en la poesía de Antonieta Valentina es como sumergirse en el mar que de manera imprevisible puede pasar de la placidez y la calma:

 

 

“quiero encontrar la musa …

 

…para decirte luz, para desearte
amor, para entregarte sueños
porque tú, ella y yo, somos
poesía...”

 

 

 a una sensual excitación:

 

 

“Él, está aquí, merodeando el norte,
buscando una estela perdida en la arena,
juntando sus mares, jugando muñecas,
robándome un beso de mar y canela...”

 

de la admiración:

 

“hombre luz que dejas mil versos
espigados al tiempo, alzados al viento azul.
No has muerto, estás en el patio de la eternidad”

 

al desencanto:

 

Para refrescarme del espeso hastío
que produce la anarquía y la ignominia
me orillo en mí y en silencio, tomo
un grafito y un pedazo de hoja otoñal
y dibujo en jeroglíficos mi paz

 

del ferviente deseo:

 

  A la saturación y al hastío

  

“miro al espejo
mi rostro de piedra
…El alma, en un largo pasillo de incongruencias
cada puerta que se abre encuentra:
un nuevo sacrificio, un nuevo llanto
un lamento distinto”.

  Y, de manera especial, la gratitud expresada en hermoso canto, poemas dedicados a compañeros poetas como Juan Pablo Martínez, María Elena Ponce, Álvaro Ancona, Rosa Iglesias, Ramiro Aldanza, Ángel Félix, Rossana Arellano, Álvaro de Montejo, Ricardo Franco, Iben Xavier Lorenzana:

 

“Para ti rosas y sueños,
sonrisas y apoyo, mi hombro te pertenece
en una impronta, pronta para quererte”

 

 Pero también estallan, los versos de Antonieta Valentina, en la denuncia rotunda por un mundo riguroso, injusto y extremo:

 

“Mis manos, quieren acariciar
mis manos tiemblan, tiemblan
tus sueños mutilados, tu dignidad
atropellada… /

 

… mañana seremos ajenos y lejanos… /

 

… habremos comprendido
que somos la voz del mundo
más allá de tus fronteras”.

 

 Y en el amor por sus seres más queridos:

 

 “Vivo por y para amar
desde lo más simple
una sonrisa o
una violeta floreciendo
hasta llegar al dios de mi credo
mis hijos, mis padres, mis hermanos y tú...”

 

 

Antonieta Valentina, en su ya amplia trayectoria a través de foros y blogs literarios viene dando muestras de ser pluma destacada y notorio valor en una, cada día más, creciente multitud en busca de un lugar en la creación poética actual, su pujante trayectoria es síntoma de un carácter dulce pero a la vez batallador, carácter que le viene de cepa, pues no en vano, su madre, la notable poeta Maritza Tarre Murzi, ya anunciaba el talante de la niña Antonieta en un poema que le dedicó en el poemario “A Mitad de la Vida”:

 

 Tu llanto
es tempestad en las mañanas
tu corazón
un cálido aguacero”

 

 Antonieta Valentina, en este libro nos lleva en volandas desde el primer al último verso a través de una voz profunda, reflexiva y elocuente que sus inspiraciones ofrecen a sus lectores:

 

Y ya está decidida esta libertad nuestra y pronta
porque lo bailado es el único equipaje que llevaremos”

 

 

Enhorabuena buena amiga. Mucho tenemos que agradecerte tus lectores; estoy seguro que como tu progenitora un día podrás también decir:

 

“Mi raíz

 

es de fuego,

 

no se apaga”

 

 

 

 

Alonso de Molina
Vuestro en la poesía

 

 

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